CRÓNICA DE LA INDOCENCIA EN ALEJANDRÍA

Nueva noche mágica de la Indocencia en la inauguración de la exposición fotográfica de Olimpia Madrera y Juan José Bujidos, el pasado viernes 2 de agosto, en Alejandría Libros & Café, de Cádiz.

El caluroso acto al que nos había invitado la entusiasta Charo Sánchez, mantuvo en todo momento el nivel esperado, incluso superó la expectativa. Y fue ella quien, cerca de las nueve de la noche, presentó la exposición fotográfica y dio pie a nuestro recital, intercalándose con canciones de Inma Márquez, vos prodigiosa, con Antonio Flor a la guitarra (http://www.youtube.com/watch?v=b3kxs2B-m9o).

Como corresponde a la inspiración de nuestro grupo, Blanca Flores realizó una breve reseña de nuestra andadura.

Tras ella, rompió el hielo, aunque de frío nadad de nada en el auditorio, nuestra galleguiña Mon Gómez. Concentración máxima, silencio percusionado… el parto de Jacobo se acercaba…

Y el embelesamiento en el que todos los que allí nos hallábamos, fue roto por el dúo formado por Ramón Luque y Paco Velázquez, que recitaron el poema humorístico creado entre ambas “La primavera: ¿Amor o alergia?”, que hizo disfrutar a los allí congregados, en pleno divertimento de ellos (http://www.youtube.com/watch?v=sD0I1fx8M0E).

Y Blanca volvió a la palestra con varios poemas de su libro “Vaivén”, lástima que en alguno de ellos faltó la guitarra que lo acompañara, como en otros momentos (http://www.youtube.com/watch?v=b5hPmTtUk00).

Y creció y se hizo adulto el encuentro cuando Inma cantó un tema de Antonio Flor “Lirios”, que acompañó a la guitarra en todo su esplendor. Conjunción perfecta que se hizo más palpable con la rumba “La piel que cubre mis versos”, letra de Charo Sánchez, con adaptación (con estribillo de Lorca), del propio Antonio (http://www.youtube.com/watch?v=ZFatyKCWb44).

Él mismo continuó en solitario con el poema de Blanca, musicalizado por él, “Por no negarme los besos” (http://www.youtube.com/watch?v=rXrFLbESM9A).

José Luis Rubio, nacido en la capital y afincado en Conil, nos trajo la frescura del mar… el Atlántico, con poemas de su libro “Entre luces y sombras”, el primero del mismo nombre y “Sé libre siempre”. Jorge Garrido, a su vez, recitó “Las flores negras” y “Volveremos a vernos”.

Todo se sucedía como deseábamos y como si el tiempo acristalado en sí mismo echara en falta una sonrisa, surgió Virtudes Reza, con su poema “Antes de que la primavera acabe”, recitando también otro poema: “Aromas”, de su libro recién publicado “No tardes en volver a la cristalera del tiempo” (http://www.youtube.com/watch?v=1PI_OMc69Es).

Y regresó la canción al caldeado auditorio, la que le dedicó a Carlos Edmundo de Ory su padre Edmundo de Ory, con la impetuosa y melódica voz de Inma Márquez, con la música de Antonio Flor.

Finalizó la indocencia como debía. Charo nos deleitó con los poemas “Búscame” y “Me faltó el coraje” (http://www.youtube.com/watch?v=zJWGEg9Uyos).

Olimpia mostró su agradecimiento por el acto y por el lugar de la exposición de fotos… Pero no se echó el telón aún, había unas últimas sorpresas: el diálogo poético de la Rosario y la Tomasa (Charo e Inma), con la guitarra de Antonio, que hizo las delicias de los asistentes.

Y el broche final estuvo a cargo del grupo EA: Mercedes Sosa (Todo cambia, La iguana…) que entusiasmó al auditorio.

En fin, otro acto más para el recuerdo que, unido al de Jerez, hizo a la primavera, en pleno verano, más lucida, entre el florido reportaje de Olimpia y Juan José.

Virtudes es la autora de los vídeos y José Luis Rubio del poema que sigue a continuación.

FLORECIENDO

Rodeados de hermosas flores

mágicamente captadas por Olimpia,
bajo un calor sofocante
que ni los abanicos mitigaban
los versos y las canciones
de indocentes e invitados
fueron fluyendo como el agua
cristalina de una fuente.

Sin pausa y tras el parto

los poetas indocentes desgranaron
sus versos jocosos o serios
alargándose la velada
en la librería Alejandría
hasta casi la medianoche
con unos cantes de EA.

De nuevo un muy poético acto

de un grupo de indocentes gaditanos
que se sintieron a gusto
recitando sus versos en un puerto
tan libresco como Alejandría.

JOSÉ LUIS RUBIO